Desde hace unos años los alumnos de mis grupos en la
Universidad deben mantener un blog, con entradas semanales o
quincenales (según la carga discente, o sea, el total de créditos),
una por tema del programa. Con ello pretendo que busquen, valoren,
seleccionen y analicen información, además de que piensen y
escriban, y que todos vean el trabajo de todos, en vez de mantener
meras relaciones bilaterales con el profesor -pero ahorrando papel. Lo hago como parte de
un plan más amplio que incluye wikis, presentaciones, agregación de preguntas, agendas, etc., que ya expuse brevemente en
otro post, pero hoy quería decir algo sobre las dificultades que
puede entrañar, en una Universidad como la mía (la Complutense),
algo aparentemente tan simple como esos blogs.
La universidad cuenta con dos plataformas, Moodle y Sakai. Sus
herramientas para blog son bastante feitas y, además, no me gustan
los jardines vallados, de modo que prefiero, si es posible (si el
curso no demasiado breve, por ejemplo), utilizar una plataforma
externa.
Este año pensé inicialmente en Blogger,
pero la única forma que se me ocurre de agrupar los blogs de los
alumnos es crear un blog colectivo, lo que al cabo de varios posts se
convertiría en un batiburrillo de manejo poco cómodo a los efectos
de control y evaluación. Me decanté entonces por Wordpress, que
tiene un plug-in que permite agrupar blogs individuales en clases y
seguirlos y gestionarlos con facilidad. Pero no bastaba con
wordpress.com, sino que necesitaba wordpress.org,
por lo que pregunté a la Universidad si podrían instalarlo en
cualquier servidor institucional, pues a mí me resultaría
engorroso, ya que ni quiero tener un ordenador dedicado 24/7/365 ni
sabría instalarlo sin más. Respuesta: no. Pues vale.
Entonces me decidí por Edublogs,
que está dedicado a educadores y sus estudiantes en cualquier
contexto. Ellos alojan el blog y ofrecen algunas herramientas de
interés para su gestión. Puede suponer cierto engorro inscribir a
los estudiantes y ayudarles a empezar, pero vale la pena. Ahora bien:
Edublogs es de pago, 39.95$ por doce meses. Ni pensar en que la
Universidad pudiera comprarlo a tiempo, ni en pedir a un
administrativo que lo hiciera (“Ein?”), así que lo compré yo,
lo pagué con PayPal y pasé el recibo (Your Edublogs Pro
Receipt). Eso produjo el típico
proceso surrealista, pues si compras por la red y te envían un
recibo, la (primera) versión digital es el documento original y
cualquier versión impresa es una copia... ¿no? Pues sí, pero como
si no: la burocracia universitaria quiere como “original” una
impresión en papel. Al final me dijeron que, aun así, no me lo pagaban, porque
no era una factura con el CIF de la Universidad, etc. No podía
serlo, si la pago con mi tarjeta y mi cuenta PayPal; y no sé qué
falta hace que lo sea, cuando Hacienda acepta por doquier
recibos de menor cuantía. ¡Por 39,95 $, que son 30,42 €! Seguro
que con varias instancias, un recurso y dos o tres reuniones podría
haber recuperado los 30 €... pero no mi tiempo. ¡La universidad
siempre en vanguardia!
Pues bien, terminó el primer
cuatrimestre y quería hacer lo mismo con los grupos del segundo,
pero Edublogs también tiene sus gages. Te permite tener un muy
elevado número de alumnos que no recuerdo (el límite está en el
almacenamiento), mucho más de lo que yo en necesito, pero sólo
puedes manejarlos como un grupo único, todos juntos, salvo que abras -y pagues- nuevas cuentas. El primer
trimestre me sirvió, porque mis dos grupos eran similares, pero en
el segundo son distintos de estos y distintos entre sí y no quiero
mezclarlos. Tampoco quiero borrar a los anteriores, pues sus posts
son trabajos que han sido parte de su evaluación y, por tanto,
necesito conservarlos, así que no me quedaba otro remedio que buscar
otra plataforma. De paso puede comprobar que Edublogs no ofrece una
vía para descargar en bloque copia de todos los blogs de una clase,
en ningún formato (engaña la fórmula de exportar en .xml, lo que
sólo describe la matriz de datos para importarla desde otra
plataforma).
Decidí entonces volver, de mala
gana, a la
plataforma de la Universidad, concretamente al blog de Sakai,
donde ya tenía abierto el sitio de la asignatura para usar otras
herramientas. Empezamos el curso, empiezan a publicar sus posts los
alumnos, empiezo yo a evaluar la primera tanda, publico unos primeros
comentarios individuales a algunos de sus posts.... y ¡hop!,
desaparecen. ¡No podía creerlo! En plena Universidad Complutense,
en su campus virtual oficial, en una herramienta tan estandarizada
como el blog y su segunda función más elemental, que es poder
comentar las entradas... y se esfuman. Lo comuniqué a los servicios
informáticos, lo comprobaron y me informaron que sí, que se
esfumaban...
En fin, he seguido buscando y
probando y me pasado con mis grupos a Kidblog.
Tiene muy buena pinta: es estable, gratis para todos, me deja
organizar cuantos grupos quiera, sigo fácilmente los posts por
autores, categorías o etiquetas y hasta incluye una barra de estado
al pie que informa al autor de cuántas palabras lleva (les pongo un
límite, por lo cual es una ayuda), aunque me produce cierto apuro
decir a estudiantes adultos que estaremos mejor en una plataforma llamada kidblog
que en la de la UCM. Ya veremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario