En el recién estrenado Portal de Transparencia de la UCM hay un jugoso documento titulado "Distribución de la plantilla por Departamentos" que todo universitario, sea complutense o no, profesor o alumno, presente, pasado o futuro, debería mirar. Es una simple tabla que indica, departamento a departamento, las horas de carga lectiva, el número de profesores funcionarios y contratados, los quinquenios y los sexenios. Estas dos últimas columnas son una joyita que no tiene desperdicio y permite un sencillo ejercicio: multiplicar los quinquenios por cinco, para saber cuántos años llevan los profesores de un departamento en la universidad (o, para ser exactos, cual es el mayor múltiplo de cinco por debajo de esos años) y dividirlo por seis para saber cuántos años, como media, les cuesta obtener un sexenio, o cuántos de sus presuntos años de investigación han sido positivamente evaluados. El resultado es lo que voy a llamar el Cociente Investigador (en adelante, el CI). Adelantaré que, para el conjunto del profesorado de la UCM, el CI es 9.8, lo que puede leerse como que el profesor medio tarda un decenio en conseguir un sexenio. Si ya en esta cifra encuentra algo de morbo, sáltese el siguiente párrafo y vaya directamente a los otros, que tienen más.

Los datos ofrecidos por la Complutense muestran una enorme disparidad del CI departamental, que va de 4.5 a 148.3 (el individual, lógicamente, variará todavía más, pero no se ofrece, ni siquiera anonimizado). El primero es el que arroja el Departamento de Microbiología (una área muy competitiva y en la que, hasta donde yo sé, abundan becarios e investigadores contratados); el segundo es el de Economía Financiera y Contabilidad II (del que no sé nada, salvo que trata de lo que deben de aprender banqueros y bancarios, ¡ay!, y lo que la OCDE recomienda ahora estudiar desde la secundaria). El primero es francamente brillante, aunque no un milagro; el segundo es, digamos... modesto: implica que en este departamento se consigue un sexenio de cada 25 posibles, que se necesitan al menos 148 años para conseguir un sexenio o, si suponemos que la vida laboral media de un profesor es de 35-37 años, se necesitan cuatro profesores para hacerlo... una vez.

Ya he adelantado que estamos tratando con un indicador grueso, por no decir burdo. Podría matizarse atendiendo al volumen, la antigüedad o la composición por categorías y edades de cada departamento, además de que algunos están formados por más de un área de conocimiento y algunas áreas están divididas en varios departamentos. Pero sigue siendo un indicador relevante y elocuente que nos dice, entre otras, dos cosas importantes. Una es que la Universidad Complutense es tremendamente dispar en términos del trabajo y la calidad investigadores, lo cual sugiere lo injusta y desafortunada que ha resultado, resulta y resultará tanta política de café para todos. Otra es es –y, quien quiera, que se fije en otras áreas y centros– que los departamentos encargados de formar a los formadores, es decir, a los futuros profesores de la enseñanza no universitaria, se sitúan masivamente, todos y cada uno de ellos (menos Sociología VI, he de precisar, aunque por los pelos), en la mitad inferior del conjunto, lo cual debería en todo caso hacer sonar las alarmas en el tránsito a la sociedad del conocimiento y, más aun, en un país con serios motivos de preocupación por su sistema escolar.
P.S.: Evite el lector confundir el Cociente Investigador con el Cociente Intelectual, a pesar de que ambos se abrevien en las siglas CI. Sólo cuando este post se traduzca masivamente al inglés (es broma) desaparecerá el problema, ya que mi CI pasará a ser conocido como el RQ (research quotient) y el otro seguirá siendo el IQ (intelligence quotient). Mientras eso llega, nótese también que el CI-RQ es mejor cuanto más bajo y no está normalizado, mientras que el CI-IQ es mejor cuanto más alto y está normalizado a 100. Si invirtiéramos el cociente y normalizásemos el CI-RQ, el actual 9.8 pasaría a ser 100. Con ese nuevo algoritmo, y redondeando a números enteros, el CI del Departamento de Microbiología sería de 217 (¡guau!); el de Economía Financiera y Contabilidad III, de 7 (¡miau! -sí, 007, o 6.6 si se usa un decimal); el de los departamentos Sociología y afines estaría entre 69 y 140; el de los otros trece departamentos en Educación, entre 22 y 100. Así que... mejor dejarlo estar y seguir con la primera fórmula .
P.S.: Evite el lector confundir el Cociente Investigador con el Cociente Intelectual, a pesar de que ambos se abrevien en las siglas CI. Sólo cuando este post se traduzca masivamente al inglés (es broma) desaparecerá el problema, ya que mi CI pasará a ser conocido como el RQ (research quotient) y el otro seguirá siendo el IQ (intelligence quotient). Mientras eso llega, nótese también que el CI-RQ es mejor cuanto más bajo y no está normalizado, mientras que el CI-IQ es mejor cuanto más alto y está normalizado a 100. Si invirtiéramos el cociente y normalizásemos el CI-RQ, el actual 9.8 pasaría a ser 100. Con ese nuevo algoritmo, y redondeando a números enteros, el CI del Departamento de Microbiología sería de 217 (¡guau!); el de Economía Financiera y Contabilidad III, de 7 (¡miau! -sí, 007, o 6.6 si se usa un decimal); el de los departamentos Sociología y afines estaría entre 69 y 140; el de los otros trece departamentos en Educación, entre 22 y 100. Así que... mejor dejarlo estar y seguir con la primera fórmula .
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