Entrevista en El Mundo, 12/2/17
1.- ¿Cuál es su punto de vista sobre la jornada
continua?
Es un privilegio laboral que muchos profesores quieren
vender como una mejora pedagógica, una vía de las familias de clase media
profesional para aliviar el aburrimiento escolar de sus hijos y un factor de
riesgo añadido para los alumnos y familias más vulnerables.
2.- ¿Considera que se está gestionando de una forma
adecuada por parte del Gobierno?
No. Los gobiernos solo huyen del problema. Los de
izquierda porque son rehenes del profesorado, que consideran su base electoral;
en el caso valenciano, con un consejero originario del STEPV, no cabía esperar
sino complacencia con esa vieja reivindicación corporativa sindical. Los de la
derecha no tenían esa motivación, pero han visto en la JC un caramelo para un
profesorado muy descontento y una cuña entre este y las familias.
3.- ¿Qué ventajas y desventajas puede ocasionar al
alumno? ¿Y al seno familiar?
Si el alumno va a una escuela buena, con una educación
desafiante, no hay ventaja ninguna. Si la escuela le hace perder tiempo y lo
aburre, cuanto antes pueda salir para dedicarse a otra cosa, mejor. Si ya tiene
dificultades para seguir el ritmo, mantener la atención, etc., solo se
agravarán. En cuanto a las familias, dependen del tiempo y el dinero de que
dispongan, dos cosas que están mal distribuidas. Para las familias de los
docentes, en todo caso, bien.
4.- Los profesores de hoy en día, ¿están preparados
para hacerse cargo de una jornada así? ¿Cuál es su consideración sobre las
quejas del personal de atención especial? (Afirman que la jornada continua no
regula sus horas laborales ni se les tiene en cuenta)
¿Quién no está preparado para irse a casa a las tres
y, si te dejan, a las dos? Para ese viaje no hacen falta alforjas. Lo que no
creo es que estén preparados para mantener una atención tan continuada del
alumnado, pero eso se arregla con unos descansitos informales, aunque se pierda
tiempo de clase. Los grupos profesionales auxiliares o de apoyo cuentan poco,
porque son muy reducidos.
5.- La continuidad en una jornada escolar, ¿puede
ocasionar más irritabilidad en los niños? ¿Está de acuerdo con los pediatras
que alertan de que retrasar el horario de comida puede ser perjudicial para los
niños?
La continuidad produce saturación. Madrugar más
generará algún déficit adicional de sueño en los mayores (como ya sucede en la
ESO, aunque a nadie le importe ese secreto disparate a voces). Y comer más
tarde contraviene todo lo que sabemos sobre nutrición.
6.- ¿A qué países debe ‘imitar’ España en cuanto a
modelos de educación?
No hay un país al que imitar en especial, pero si un
amplísimo elenco de experiencias. Medio mundo desarrollado se pregunta hoy cómo
ampliar el tiempo escolar (vía horario o calendario), aunque sin tenerlo muy
claro y habitualmente con la resistencia sindical, y el otro medio mira o
espera. En el mundo menos desarrollado se pugna por doquier por ampliar el
tiempo y, con él, el salario docente (como aquí en los sesenta). Solo España se
dedica a comprimirlo y reducirlo
7.- Para educación Infantil (aulas de niños de dos
años) se plantea un horario de jornada partida, mientras que Primaria se
fijaría la jornada continua. ¿Qué opina de que un centro comparta dos horarios?
Un centro pude tener no dos, sino una docena de
horarios dentro de un lapso razonable. Lo más chirriante de la polémica actual
es que consiste en saber qué horario único vamos a imponer a todos. Es irónico
que la institución y la profesión se llenen la boca constantemente hablando de
la “diversidad”, tan difícil de percibir y de abordar en muchos aspectos,
mientras ignoran lo que sería más fácil: ofrecer distintos horarios para
distintas edades, distintas capacidades, distintas condiciones de vida o,
simplemente, distintas preferencias.
8.- ¿Conoce la situación de la Comunidad Valenciana?
¿Cuál es su opinión?
Ciñéndome al tema vertebral de la entrevista, se me
antoja algo irresponsable que, con los niveles de fracaso y abandono existentes
–que no pueden atribuirse a un bajo nivel económico–, la gran innovación vaya a
ser la concentración del horario formal y consecuente reducción del horario
real.
9.- ¿Cree que las actividades extraescolares gratuitas
pueden ser un aliciente?
Las AAEE deberían servir precisamente para
diversificar el horario a lo largo del día, es decir, para descansar de un tipo
de actividad con otra. Puestas todas tras la comida perderán público, en
consecuencia calidad y, en última instancia, desaparecerán o se reducirán a
maneras de matar el tiempo.
10.- ¿Las instituciones deben hacerse cargo de este
pago? Por ejemplo, en Castellón, el ayuntamiento lo plantea, al ser muchos
colegios los que desean jornada continua
Yo creo que las instituciones deben hacerse cargo de
todo lo que ordinariamente acompaña a la escolarización reglada no
universitaria, por tanto también las AAEE, pero la JC, al empujar a una parte
del alumnado a casa (y veremos qué pasa con los comedores pequeños), erosiona
las economías de escala, lo hace todo más caro e introduce desigualdad.
11.- ¿Qué le parece el requisito de que para someter a
voto la jornada continua deban votar sólo el 55% del total de los padres
censados?
Cualquier sistema de votación es malo, pues impone la
preferencia de unos a otros. Si el 100% votase, el 51% podría imponerse al 49%.
Si la participación es menor, una minoría mejor organizada puede imponerse a
una mayoría desorganizada. Los centros y las zonas deberían simplemente
preguntar a las familias qué quieren, acumular las preferencias y formar los
grupos en función de estas. Excepto en zonas rurales muy dispersas, las ratios
que hoy tenemos permitirían dar satisfacción a todos.
12.- ¿Puede darse un escenario de competencia entre
centros al desear algunos colegios jornada continua y otros no?
Si distintos centros en una zona, o distintos grupos
en un centro, llegan a tener distintos horarios será una suerte, pues permitirá
atender a alumnos y familias con distintas situaciones o preferencias sin
enfrentarlos ni perjudicar a nadie. Veo más preocupante la “competencia” entre
algunos docentes por ir a los centros con JC, incluso el clamor por el
“agravio” comparativo de algunos que no la tengan, pero prefiero pensar que
nadie caería intelectual ni éticamente tan bajo.
14.- La FAMPA ha denunciado que algunos proyectos de
colegios presentados son un ‘corta y pega’ de otros aprobados. ¿Qué opina al
respecto?
Algunos no, la inmensa mayoría. He visto muchos y sé
cómo se hacen y cómo llegan a los centros. Tampoco importa mucho porque, salvo
notables excepciones, no se van a cumplir: en un año serán papel mojado.
15.- ¿Existe algún modelo provincial que considere
ideal? ¿Por qué cree que los colegios concertados no piden esta jornada?
No hay modelos provinciales. Lo que debería hacer
pensar a todos es que se esté extendiendo un modelo que viene de sur a norte,
del campo a la ciudad, de las CCAA de peores resultados escolares a las de
mejores, de la escuela pública a la privada, etc. En la España democrática el
Estado tiene la misma dimensión y fuerza en todas partes, pero economía y la
sociedad civil no. La JC no es una revuelta de los pobres, sino una exhibición
de poder de los funcionarios.
En cuanto a la escuela privada, para ella esta
situación es el mejor de los mundos posibles. Una parte de las familias de la
pública acudirá a ellos huyendo de la JC, y ellos no se aventurarán con esta si
no hay una demanda prácticamente unánime de su público, lo que hoy no es el
caso. De hecho, si no se ha producido una fuga mayor hacia concertada y privada
es porque los mismos gobiernos que conceden la JC, habitualmente de izquierda,
apuestan por la pública reforzando su financiación y limitando la autorización
de conciertos.
16.- ¿A quién beneficia más la jornada continua, a
padres o profesores?
A los profesores, sin ningún género de dudas. El
efecto sobre los padres es errático y casuístico: dependerá de dónde viven,
dónde y con qué horario trabajan, el número y la(s) edad(es) de los hijos, los
medios de transporte y la oferta cultural locales. Sabemos mejor lo que será
para los alumnos: tiempo que dedicar a actividades y aprendizajes que la
escuela no ofrece para los que ya viven con ventaja y tardes ante la televisión
y la videoconsola o en la calle para los que están en desventaja; un alivio
para los primeros y más presión escolar para los segundos.
17.- ¿Qué papel pueden tener las nuevas tecnologías en
la optimización del tiempo escolar?
La tecnología permite una mayor personalización del
aprendizaje y multiplica los recursos y contextos posibles para este:
audiovisuales que se añaden al texto, recursos interactivos que sustituyen a la
mera transmisión, colaboración no condicionada por tiempo y lugar, etc. En la
escuela, por ejemplo, rompe la dependencia del libro de texto, el aula, la
lección expositiva, la hora de clase, combinando trabajo individual, en equipo
o en gran grupo, dentro y fuera, etc. Permitiría, por ejemplo, flexibilizar los
horarios de entrada y salida de los alumnos sin ningún problema, como ya hacen
algunos centros en el mundo.
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