La publicación hoy de la Encuesta de Presupuestos Familiares 2012 permite ver la evolución del gasto de las familias en educación. Hay muchos datos interesantes en ella y ya habrá quien entre al análisis de detalle, pero no quiero dejar de hacer unos comentarios rápidos sobre las variaciones en relación al año 2011.
El gasto total de las familias y el gasto medio por hogar se han reducido en un 2.4%y el gasto medio de los hogares en un 3.4%, pero el gasto en enseñanza total y medio por persona ha aumentado un 8.6% en total, y el medio por hogar en un 7.4% como media entre los hogares.
La subida se distribuye desigualmente entre los distintos niveles educativos. Si nos fijamos en el gasto por persona, la subida es del 2.6% en educación infantil y primaria, el 11.5% en enseñanza secundaria general, el 28.1% en formación profesional y el 10.9% en educación superior.
Si lo descomponemos por niveles de enseñanza, nos encontramos, para los hogares, con los siguientes resultados:
O sea, disminuye el gasto medio en educación infantil y aumenta en todos los demás niveles. Aunque no es posible una interpretación directa a partir de los datos, cabe comentar algunos aspectos cosas. Lo que la reducción del gasto medio en educación infantil probablemente se debe más a la desescolarización (o no escolarización) que a una disminución de los precios; o, más exactamente, al no ingreso en las aulas, o incluso la salida de ellas, de los niños de familias con menos recursos. La segunda es que, a pesar de que el conflicto social pareciera estar centrado hoy en la subida de las tasas y la reducción de las becas universitarias, el aumento del gasto resulta más elevado en todos los demás niveles postobligatorios (bachillerato y, sobre todo, formación profesional) e incluso, levemente, en la primaria. Hay que insistir, claro está, en que hablamos del gasto medio por hogar, que depende de los precios unitarios (por alumno en cada nivel) y del número de unidades (de alumnos matriculados), con lo que aquí, a la inversa que en la educación infantil, se refleja sin duda la reescolarización que ha propiciado el elevado desempleo juvenil, sobre todo, como es bien sabido, en la formación profesional. Ahora bien, aun así, llama la atención que incluso en la primaria, donde no puede haber aumento del alumnado más allá del movimeinto demográfico natural, el aumento sea algo mayor que en la universidad. Por lo demás, también la universidad resulta más atractiva en tiempos de desempleo. El resumen de esto es que lo más grave no está sucediendo en la universidad, aunque sea esta la que más se hace oír.
El gasto total de las familias y el gasto medio por hogar se han reducido en un 2.4%y el gasto medio de los hogares en un 3.4%, pero el gasto en enseñanza total y medio por persona ha aumentado un 8.6% en total, y el medio por hogar en un 7.4% como media entre los hogares.
La subida se distribuye desigualmente entre los distintos niveles educativos. Si nos fijamos en el gasto por persona, la subida es del 2.6% en educación infantil y primaria, el 11.5% en enseñanza secundaria general, el 28.1% en formación profesional y el 10.9% en educación superior.
Si lo descomponemos por niveles de enseñanza, nos encontramos, para los hogares, con los siguientes resultados:
1011 Educación infantil | -5.6 |
1012 Educación primaria | +9.8 |
1021 Educación secundaria obligatoria | +5.9 |
1022 Bachillerato | +15.8 |
1031 Formación profesional y enseñanzas de régimen especial de grado medio | +26.7 |
1041 Educación superior | +9.7 |
1051 Enseñanza no definida por el grado | +7.4 |
O sea, disminuye el gasto medio en educación infantil y aumenta en todos los demás niveles. Aunque no es posible una interpretación directa a partir de los datos, cabe comentar algunos aspectos cosas. Lo que la reducción del gasto medio en educación infantil probablemente se debe más a la desescolarización (o no escolarización) que a una disminución de los precios; o, más exactamente, al no ingreso en las aulas, o incluso la salida de ellas, de los niños de familias con menos recursos. La segunda es que, a pesar de que el conflicto social pareciera estar centrado hoy en la subida de las tasas y la reducción de las becas universitarias, el aumento del gasto resulta más elevado en todos los demás niveles postobligatorios (bachillerato y, sobre todo, formación profesional) e incluso, levemente, en la primaria. Hay que insistir, claro está, en que hablamos del gasto medio por hogar, que depende de los precios unitarios (por alumno en cada nivel) y del número de unidades (de alumnos matriculados), con lo que aquí, a la inversa que en la educación infantil, se refleja sin duda la reescolarización que ha propiciado el elevado desempleo juvenil, sobre todo, como es bien sabido, en la formación profesional. Ahora bien, aun así, llama la atención que incluso en la primaria, donde no puede haber aumento del alumnado más allá del movimeinto demográfico natural, el aumento sea algo mayor que en la universidad. Por lo demás, también la universidad resulta más atractiva en tiempos de desempleo. El resumen de esto es que lo más grave no está sucediendo en la universidad, aunque sea esta la que más se hace oír.
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