Absolutamente condenable. Hay no una, sino varias líneas rojas que no se pueden traspasar: nada de violencia, no impedir el normal funcionamiento de las instituciones representativas, dejar en paz a los políticos fuera de su función... Pero, vaya donde vaya y haga lo que haga, el 15M corre ya el riesgo de morir de éxito, de dilapidar el patrimonio adquirido. Es lógico que, queriendo hacer explícito el rechazo a la clase política en su conjunto, apunten hacia las instituciones representativas, pero deberán hacer un mayor esfuerzo por mantener una distancia de seguridad suficiente. Donde quiera que se acerquen a las líneas rojas habrá alguien dispuesto a saltarlas, sea desde un lado o desde otro. Lenin, que si algo sabía era hacer revoluciones, estaba obsesionado con el peligro de los agentes provocadores, propios o ajenos. Por cierto: ¿de qué lado estaba esa larga docena de sujetos atrabiliarios, con uniforme de manifestantes, que fueron denunciados por el resto de éstos e hicieron mutis escoltados por los mossos (hay un popular vídeo)? ¿Habría que investigar a Puig?
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15M pide, y los indignados quieren, más democracia, y en política los medios tienen que reflejar fielmente los fines. Desde mi punto de vista, eso es todo.
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