2 jun 2011

¿Demuestra el Diccionario Biográfico que hay que revisar la Academia de Historia?

Cría académicos y te sacarán los ojos. Las academias nacieron con la Ilustración para crear un espacio de encuentro entre pensadores, científicos, etc. donde debatir entre pares y a resguardo de las iglesias. Hoy eso lo aseguran las universidades, las asociaciones científicas y las publicaciones académicas, mientas que Las RRAA tiene un papel más bien ornamental, honorífico y gerontofílico bastatne irrelevante. No necesitamos para nada academias de la Historia, ni de las Ciencias (menos aún “Morales y Políticas”), ni de las Artes... Coincido, pues, con Vaquer y, a las dos opciones de Ramoneda añadiría una tercera: reducirla a la condición de una asociación privada y que hagan lo que les plazca. Tengo mis dudas, incluso, sobre la de la Lengua, que pretende que escribamos “güisqui” y que olvidemos la diferencia fonética entre los sonidos consonantes ll e y mientras es incapaz de hacer nada por librarnos de las redundancias q-c-k o c-z o de la disyuntiva entre el plural inclusivo en masculino y el insufrible los/las... aunque reconozco que alguien debe codificar el lenguaje y que ésta es otra historia.

Por cierto: me preocupa cierta confusión en torno a los términos “autoritario” y “totalitario” incluso entre los críticos de la RAH. Aunque sé que es más complicado, digamos que autoritario se opone a democrático, etc., mientras que totalitario lo hace a liberal, en el mejor sentido de la palabra, etc. Hay autoritarismos sangrientos (Pinochet) y totalitarismos blandos (Castro), aunque ambos casos admitirían muchas precisiones. En el caso de Franco, no hay ninguna duda: fue totalitario y sangriento. Él lo tenía bien claro, como indica Artal, y su base política activa (FE, JONS, etc.) también. Yo recuerdo todavía la censura en todos los ámbitos, los maestros con camisa azul, los sindicatos verticales, los certificados de buena conducta, etc., y mis padres vivieron además las depuraciones, la vigilancia de las buenas costumbres, los jefes de casa o el “Usted no sabe con quén está hablando”... No se me ocurre otro motivo para olvidar esto que haber estado del otro lado. En fin, volviendo a la RAH, sugiero que coopten ya a Pío Moa.
 
Todo el debate en Eskup,  El País:

No hay comentarios:

Publicar un comentario