Muy intersante la entrada de hoy. Tiene la virtud de permitir la participación de cada lector y encierra en todo el artículo la soberana idea de la Justicia como ideal de y referente del devenir humano.
Lo que no me queda claro es si se refiere, en la exposición del asunto, al trabajo como parte de un sector laboral, es decir, un mecánico, un bombero, un administrativo, un maestro, un abogado, etece..., o al desempeño y eficacia de ese mismo trabajo.
Yo prefiero este último enfoque, ya que todos los trabajos son dignos si aportan un beneficio a la comunidad. Y a cada cual se le debe dar conforme a lo que él mismo aporta a la comunidad en la que desarrolla su trabajo.
Hola Muy intersante, sí, pero creo que se desaprovecha la oportunidad para señalar los efectos perversos de la evaluación al profesorado mal aplicada, que pueden ser muy dañinos. No se puede caer en la ley de Campbell. Más información en: http://dissentmagazine.org/online.php?id=156
¿Es posible aplicar una evaluación a la labor del profesorado sin caer en la "Ley de Campbell"?
Yo creo que sí, ¿verdad? Hubo un tiempo en el que, al inventarse la locomotora, había quienes vaticinaban que su aplicación en la vida moderna sería muy dañina para la civilización, dado lo peligroso de su elevada velocidad.
Los peligros existen y es mejor conocerlos para evitar el riesgo que representan.
Con la evaluación al profesorado ocurre lo mismo. Sé que en países como Finlandia, se aplica, y allí no van tan mal las cosas...
Actualmente el profesor es ignorado, todo el mundo se cree capacitado para opinar sobre la educación, pero realmente nadie cuenta con su opinión profesional ni valora su experiencia. Se introducen cambios continuos en la política educativa que afectan directamente al papel del profesor en el aula, y a las relaciones con el entorno escolar sin que exista un período suficiente para validar los resultados. Se introduce el modelo educativo del bilingüismo que afecta de raíz al papel del tutor de primaria y a la dinámica de los centros y nadie pregunta. Aparecen de la noche a la mañana nuevas asignaturas como "Ciudadanía" sobre la que se escribieron rías de tinta antes de comenzar y cuando lleva un curso impartiéndose nadie comenta absolutamente nada y el profesorado asume estos cambios como buenamente puede porque previamente no se le ha formado. Sería recomendable que se realizará una encuesta rigurosa ,con un muestreo entre el profesorado de las diferentes CC.AA. creo que nos encontraríamos con más de una sorpresa.
Me temo, chicos, que nuestro Mariano no tiene en mente evaluación objetiva de resultados escolares. Me sospecho que su idea es evaluar: Participación en programitas y planes estratégicos, formación en cursetes (Que impartiría gente de su cuerda), creación y participación en "redes educativas" ...
Todo bastante etéreo. Pasto, no de la ley de Campbell, sino de la corrupción y el clientelismo más hispánico.
Respecto a la puntualidad y la asistencia, pienso que es mejorable, aunque basta con aplicar la normativa que ya tenemos. En todo caso, no creo que estén muy relacionadas con los malos resultados.
Muy intersante la entrada de hoy. Tiene la virtud de permitir la participación de cada lector y encierra en todo el artículo la soberana idea de la Justicia como ideal de y referente del devenir humano.
ResponderEliminarLo que no me queda claro es si se refiere, en la exposición del asunto, al trabajo como parte de un sector laboral, es decir, un mecánico, un bombero, un administrativo, un maestro, un abogado, etece..., o al desempeño y eficacia de ese mismo trabajo.
Yo prefiero este último enfoque, ya que todos los trabajos son dignos si aportan un beneficio a la comunidad. Y a cada cual se le debe dar conforme a lo que él mismo aporta a la comunidad en la que desarrolla su trabajo.
Gracias por su genial exposición, don Mariano.
Hola
ResponderEliminarMuy intersante, sí, pero creo que se desaprovecha la oportunidad para señalar los efectos perversos de la evaluación al profesorado mal aplicada, que pueden ser muy dañinos. No se puede caer en la ley de Campbell. Más información en:
http://dissentmagazine.org/online.php?id=156
¿Es posible aplicar una evaluación a la labor del profesorado sin caer en la "Ley de Campbell"?
ResponderEliminarYo creo que sí, ¿verdad? Hubo un tiempo en el que, al inventarse la locomotora, había quienes vaticinaban que su aplicación en la vida moderna sería muy dañina para la civilización, dado lo peligroso de su elevada velocidad.
Los peligros existen y es mejor conocerlos para evitar el riesgo que representan.
Con la evaluación al profesorado ocurre lo mismo. Sé que en países como Finlandia, se aplica, y allí no van tan mal las cosas...
Actualmente el profesor es ignorado, todo el mundo se cree capacitado para opinar sobre la educación, pero realmente nadie cuenta con su opinión profesional ni valora su experiencia. Se introducen cambios continuos en la política educativa que afectan directamente al papel del profesor en el aula, y a las relaciones con el entorno escolar sin que exista un período suficiente para validar los resultados. Se introduce el modelo educativo del bilingüismo que afecta de raíz al papel del tutor de primaria y a la dinámica de los centros y nadie pregunta. Aparecen de la noche a la mañana nuevas asignaturas como "Ciudadanía" sobre la que se escribieron rías de tinta antes de comenzar y cuando lleva un curso impartiéndose nadie comenta absolutamente nada y el profesorado asume estos cambios como buenamente puede porque previamente no se le ha formado. Sería recomendable que se realizará una encuesta rigurosa ,con un muestreo entre el profesorado de las diferentes CC.AA. creo que nos encontraríamos con más de una sorpresa.
ResponderEliminarMe temo, chicos, que nuestro Mariano no tiene en mente evaluación objetiva de resultados escolares. Me sospecho que su idea es evaluar: Participación en programitas y planes estratégicos, formación en cursetes (Que impartiría gente de su cuerda), creación y participación en "redes educativas" ...
ResponderEliminarTodo bastante etéreo. Pasto, no de la ley de Campbell, sino de la corrupción y el clientelismo más hispánico.
Respecto a la puntualidad y la asistencia, pienso que es mejorable, aunque basta con aplicar la normativa que ya tenemos. En todo caso, no creo que estén muy relacionadas con los malos resultados.
A cada cual según su vocación y dedicación.
ResponderEliminar¿Y el texto? Yo no leo nada...
ResponderEliminarGracias por este magnífico post. Admirando el tiempo y el esfuerzo que puso en su blog y la información detallada que usted ofrece.
ResponderEliminarAcabo de añadir a su página web a mis favoritos. Me gusta leer sus mensajes. Gracias!
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