Las mayorías, y las instituciones democráticas, también se equivocan. Lo hacen, por supuesto, cuando trastornadas por el miedo o el fanatismo se lanzan a la guerra, el recorte de las libertades o la erosión de las instituciones. Pero también cuando, embebidas de entusiasmo liberal, democrático o igualitario olvidan las intersecciones y los conflictos de valores -libertad, democracia, igualdad- para proclamar uno de ellos como absoluto. El neoliberalismo doctrinario sacrifica la igualdad y supedita la democracia a la libertad (sobre todo de comercio, dicho sea). Atenas sacrificó la libertad a la democracia. El comunismo sacrificó libertad y democracia a la igualdad. La Sociedad de Naciones proclamó el derecho de los pueblos a la autodeterminación olvidando que, en medio mundo, tales pueblos ya no existían como tales y sólo podrían ser reconstruidos y reafirmados a costa de los individuos.
En nuestro ámbito, una de esas solemnes barbaridades o sandeces (o ambas a la vez) es el llamado derecho fundamental de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
¿Qué derecho es ése? Sencillamente, el que convierte a los padres en propietarios absolutos de sus hijos en contra de ellos mismos y de la sociedad sin de la cual serían menos que primates. Porque lo que se proclama no es el derecho a formar a sus hijos en unas creencias pero permitiendo y asegurando, al mismo tiempo, que aprendan que viven en una sociedad con otras y que se preparen para, al paso de su maduración, aceptarlas, cambiarlas, rechazarlas u olvidarlas. Se persigue que no conozcan otra cosa, que ignoren a la sociedad que a lo largo de la historia los ha hecho humanos y hoy les hace libres y que no puedan elegir por sí mismos. En definitiva, lavarles el cerebro en nombre de las propias creencias que, mira por dónde, casi siempre son también las de la santamadreiglesia.
Saludos. Me parece equivocada su interpretación de la enseñanza de la religión. Si hay una enseñanza cerrada al conocimiento humanista y profundamente ideológica es la Educación para la ciudadanía, n bloque temático cuyo único objeto es adoctrinar. Un saludo.
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