10 oct 2008

Mal de escuela

Recomiendo fervientemente la lectura del libro de Daniel Pennac, Mal de escuela. El autor declara haber sido un perfecto zoquete (cancre) como alumno, lo que no le impidió ser después profesor de secundaria y ahora escritor de éxito. Casi todo lo que se escribe sobre la educación lo hacen investigadores, más o menos alejados del terreno, o profesores, habitualmente parciales. Pennac ha sido profesor, y en muchos sentidos lo sigue siendo, pero nos trae la voz del alumno; no una voz ocasional, narrando tal o cual anécdota intrascendente, sino la de alguien que recuerda y rememora sus vivencias más profundas como escolar.

De todo lo que dice y cuenta me quedo con tres ideas. Primera: el sufrimiento del zoquete. Si creemos a nuestros apocalípticos, los malos alumnos disfrutan destrozando las clases de sus estoicos compañeros y sufridos profesores, por lo que deberían ser reprimidos con todo el peso de la noma y un poco más; Pennac nos habla de algo muy distinto, el sufrimiento del mal alumno, de su familia y del buen profesor que lo intenta pero no puede, lo que suena más real

Segunda: un sólo profesor puede salvarnos. Salvarnos de nosotros mismos y hacernos olvidar y perdonar a los demás, como Lot a Sodoma. Y no hace falta para ello ser genio, ni estrella, sino tan sólo adulto consciente ante un adolescente en peligro, lo contrario estar listo para echar la culpa al sistema y dimitir del papel de adulto en nombre de la especialidad de enseñante.

Tercera: si el profesor está ausente, ¿cómo van a estar los alumnos? Si el profesor siente su oficio como un carga, si abandona el centro según terminan las horas de presencia ineludible, si suspira por el fin de semana y las vacaciones y llega a ellos como el beduino al oasis, ¿cómo espera que lo vivan sus alumnos?

En un sector tan dado al martirologio (ya saben: La lengua de las mariposas y similares), Mal de escuela es una verdadera bocanada de aire fresco.

4 comentarios:

  1. Anónimo20:06

    Gracias por esta entrada. De verdad.

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  2. El libro si bien no deja de ser interesante, representa el traspaso del victimismo del profesorado al alumnado. Creo que Pernac se posiciona en esta perspectiva al verse en el pasado como un zoquete, el complejo le persigue hasta el presente y de paso trata de difundirlo, por cierto con bastante exito. Un chico con malos resultados academicos no es un zoquete, y no hay nada mas patetico que una persona acomplejada de su pasado. Por otra parte es cierto que una sola persona puede hacernos cambiar el rumbo de nuestras vidas, tanto para bien como para mal pero en ningun caso son los conocimientos adquiridos los que nos hacen mejores sino las relaciones establecidas que nos llevan a desarrollar la autoestima necesaria para no darnos por vencidos y ver la vida de forma mas positiva. Pernac podria haber sido igual de feliz e inteligente sin titulo universitario, que infeliz y desdichado en su situacion actual. Me parece interesante la biografia academica de Pernac pero solo nos habla del que y cuando omitiendo lo mas importante el porque, si su conclusion es que dios en forma de profesor le salvo del infierno agustiniano de la ignorancia es que todabia no ha aprendido nada, un repaso a la obra de Freire podria servirle de psicoterapia.

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  3. Anónimo16:04

    No sé si en este blog hay alguna respuesta del autor a algún comentario, no he visto ninguna, soy un lector eventual desde hace unos meses y poca comunicación – interacción he observado al respecto. Para exponer, señor Enguita, bastan las publicaciones escritas o, me temo, las clases ordinarias de la universidad. También hacen buen papel expositor las charlas, conferencias y otros “simposiun-s”. Pueden servir también diversos formatos web común (estático) que no precisan de sección comentarios – chat – foro… u otras formas de interacción. Un blog es un formato web 2 en el cual lo más interesante son los comentarios (escasos) y las respuestas del autor (interacción). Prescindir de estos factores inactivan las funciones del blog, algo así señalan destacadas autoridades pedagógicas al denunciar un uso web estático (tradicional) en un entorno web dinámico (innovador) cuando evalúan el trabajo docente (de otros) desarrollado en algunos entornos web poco avanzados en su propia opinión, aunque no reparan en el estatismo paralítico de sus propios blog.

    Un blog es (si lo es) como un cuaderno de campo, efectivamente, vive en contacto con la naturaleza y se escribe desde la proximidad a la realidad. Efectivamente leemos mucho acerca de las escuelas escrito desde fuera de ellas. Cuando se está inmerso en esa realidad se hace uno prudente y piadoso. Cosas de la obligatoriedad y sus variantes.

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  4. Anónimo08:50

    Pues tiene parte de razón "anónimo". Y también Mascarell.

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