27 nov 2025

España en ICILS: Bien… pero modera tu entusiasmo

ICILS 2023, el informe de la IEA sobre competencia digital del alumnado, publicado a finales de 2024, trajo buenas noticias para España. La nota de prensa del Ministerio destacaba: “El rendimiento medio del alumnado en España (495 puntos) es superior al promedio de la UE (493) y se sitúa 19 puntos por encima del promedio de todos los participantes.” (MEFPD, 2024). El título de la noticia era rotundo: “Los alumnos españoles superan la media europea en competencia digital”, y seguido de tres subtítulos: uno daba cuenta de nuestra participación por vez primera; otro daba la ya citada buena nueva; un tercero, añadía: “en comparación con otros países europeos, los estudiantes españoles tienen más límites parentales a la hora de utilizar pantallas”, para apaciguar temores. La prueba se aplica en el 8º año escolar, aquí 2º de ESO, en principio alumnos de 14 años.

En ICILS, como en PISA, la media internacional se fijó inicialmente, por convención, en 500, y a partir de entonces viene variando muy ligeramente. En PISA, España ha estado siempre por debajo de 500 en todas las pruebas y por debajo de la media de cada edición en casi todas, con lo que los medios y la oposición tienden a entregarse al catastrofismo, mientras que las autoridades suelen señalar que las diferencias son pequeñas y se encuentran dentro del margen de error estadístico, es decir, que podrían ser eso. En contraste, nuestros resultados en ICILS 2023, a pesar de ser diferencias tanto o más magras, aunque positivas, han dado enseguida paso a no poca autocomplacencia oficial y a cierta celebración mediática. Todo bien, si es con moderación, pero la información merece ser contextualizada.

Hay que señalar, primero, que ICILS tiene dos módulos, pasó en 2023 a tres, y se viene realizando desde 2013, siendo 2023 la tercera edición. Antes se hicieron SITES, con pruebas en 1997, 2001 y 2006, participando sólo Cataluña y sólo en la tercera de ellas (Law & al., 2008), y antes que éste COMPED (1989 y 1992) en el que no participaron ni España ni ninguna de sus comunidades. Por tanto, no hay antecedentes con los que detenerse a ver si España mejora, empeora o qué. Ni siquiera para Cataluña, pues sólo algunas características de los centros y los profesores serían vagamente comparables en unos informes distintos y separados por casi dos decenios. Y, ciñéndonos a ICILS 2023, España participó en el módulo de competencia digital, pero no en el de pensamiento computacional (incorporado desde la anterior edición, 2018), ni en el de inteligencia artificial, añadido, sobre la marcha y con carácter voluntario, ante la eclosión de la inteligencia artificial generativa en 2022. Se trata, pues, de datos de alcance bastante limitado en su contenido y en el tiempo.

Por otra parte, importa qué países participan en la prueba. Lo hacen 35 (en PISA 2022 son 57), entre ellos 23 (no los 27) de la UE. Sin entrar en el detalle que puede verse en las tablas, la ventaja de 19 puntos sobre la media total es significativa, pero no la de 2 puntos sobre la media de la UE. El nivel de ésta puede servir como término de comparación, pero no de referencia; más realista sería compararnos con los países del sur de Europa que accedieron a la Unión cuando nosotros (Portugal), poco antes (Grecia), o incluso con todos los PIGS (añadiendo Italia). Entonces, los 495 puntos nos sitúan algo por delante de Italia (491) y notablemente de Grecia (460), pero sensiblemente detrás de Portugal (510), lo cual sugiere que se podría haber hecho peor, pero también mejor.

Cada vez que se publica una nueva edición de PISA los más optimistas han de reconocer que nuestro sistema escolar no brilla en el conjunto, pero suelen añadir que es equitativo, que los resultados de nuestros alumnos se concentran en el medio de nuestra distribución y las diferencias entre los mejores y los peores son menores que en otros países. En este caso, en el que brillamos tímidamente, sucede lo contrario, que la disparidad es alta. Así, nuestro resultado medio es 2 puntos más alto que el de la UE, pero la proporción de alumnos en los niveles 1 (competencia mínimas) y -1 (por debajo de éstas), también lo es: 44.4 frente a 44.1 (sin mayores sutilezas ya se intuye que 3 décimas sobre 44 puntos porcentuales y 2 puntos sobre 493 de media son diferencias del mismo orden de magnitud). 

PISA 2025 (cuyos resultados se publicarán en 2026) incluirá un módulo de “aprendizaje en el mundo digital”, y para ICILS 2028 sería deseable que España participase en los dos módulos, alfabetización digital y pensamiento computacional (la inteligencia artificial, que en 2023 no fue una prueba para estudiantes sino un cuestionario sobre los centros, se integrará en ambos módulos y sus pruebas). Mientras tanto, vale la pena acudir a otros datos complementarios de la UE, en particular algunos componentes del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales, DESI. Los últimos datos, de 2022, reflejan que España está bien situada en el índice general (que suma los índices de capital humano, conectividad, integración de la tecnología digital y digitalización de los servicios públicos), en 6º lugar entre los 27, con un índice acumulado de 60,77 frente al 52,28 medio de la UE. No tan destacado, pero también positivo es el índice acumulado de “capital humano”, donde ocupamos el 10º puesto con un valor de 51,33, frente al 45,75 medio de la UE. Pero este índice es la suma de dos más específicos: competencias en el uso de internet y competencias y desarrollo avanzados, siendo el primero de 19,99 en España y 20,40 en la UE, pero el segundo de 31,34 y 45,75 respectivamente –en otras palabras, el alto índice compuesto del país se debe a las competencias básicas, a pesar del valor algo bajo de las avanzadas. Señalemos, por último, que la proporción de empleos ocupados por especialistas en TIC, 4,1% del total, nos situaba en la posición 17, por debajo del 4,5% medio de la UE, más aún del 7-8% de los países en cabeza; ciñéndonos al empleo de los graduados universitarios, los datos serían mejores, con el 4% de los empleos en este nivel, justo por encima del 3,9% de la UE, y en la posición 18 (European Commission, 2025)

Cabe inferir que tenemos una amplia mayoría de la población con competencias digitales básicas o algo más que básicas por nuestro alto nivel de conectividad, tercer puesto de la UE según DESI (y de digitalización de los servicios públicos, aunque esto merecería otra discusión), y por el alcance del equipamiento de los hogares con menores escolarizados (96% de los niños de 10-15 años han usado un ordenador y accedido a internet en 2024 –INE, 2025). Sin embargo, la proporción de la población con alto nivel de competencia, o de adultos empleados como especialistas, es baja, lo cual tampoco sorprende dada nuestra estructura productiva. Tendríamos, así, la extendida pero modesta competencia que deriva del acceso y el consumo.

Eso concuerda con otros datos del ICILS: los alumnos informan que utilizan internet para tareas escolares más fuera de la escuela que en ésta; en España, por ejemplo, lo hace en días lectivos el 33% en la escuela y el 66% fuera de ella (y, por supuesto, mucho más para otros fines: 22 y 76%). En general, en todos los países aprenden más sobre opciones de privacidad, encontrar información o identificar un timo, en un 10-20% de los casos; lo único que aprenden mejor en la escuela, y por muy poquito, es a incluir referencias (Fraillon, 2024: 210 y Tablas D9, D10, D12), como si a la escuela le costara ser otra cosa que escolástica. En suma, con estos indicadores no estamos mal, o no peor que otros, pero parece que lo debemos menos a la escuela que al contexto.


Referencias:

EC (2025). Shaping Europe’s digital future. DESI 2022 by components. Unión Europea, Comisión Europea. https://bit.ly/3F2D80h 

Fraillon, F., ed. (2024). 

An International Perspective on Digital Literacy. Results from ICILS 2023. Arnhem, International Association for the Evaluation of Educational Achievement. https://bit.ly/4lWiv6B 

INE (2025). Encuesta sobre equipamiento y uso de las tecnologías de información y comunicación en los hogares. Uso de productos TIC por los menores de 10 a 15 años. Instituto Nacioinal de Estadística. https://bit.ly/3RMR0Ph 

Law, N., Pelgrum, W. J., & Plomp, T., eds. (2008). Pedagogy and ICT use in schools around the world: Findings from the IEA SITES 2006 study. Springer Science & Business Media.

MEFPD, 2024: “Los alumnos españoles superna la media europea en competencia digital”, nota de prensa de 12/11/2024. Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes. https://bit.ly/4jZLl4f.


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