6 abr 2011

Sobre la educación segregada por sexos

En respuesta a preguntas de la revista Escuela:

¿Es útil la futura Ley de No Discriminación e Igualdad de Trato, que acabará con toda financiación para estos centros?

Es útil y lógica dentro de la política del gobierno, en la cual es una prioridad la educación de ambos sexos en la igualdad, el reconocimiento de la diversidad y la convivencia.

¿Alguna de las ventajas que ahora se pregonan tienen fundamento científico -que niños y niñas aprenden de forma diferente, y por tanto puede resultar beneficioso para unos y otras una educación diferenciada?

No es un razonamiento insensato. Creo que no hace falta ser psicólogo ni biólogo para percibir que niños y niñas maduran a ritmos algo distintos, ellas antes y ellos después. Eso se reconoce implícitamente en la pauta de las uniones sexuales, en las que el varón suele ser mayor que la mujer. Además, encaja con el hecho de que ellas se juegan más en su maduración sexual, de modo que necesitan que vaya a la par su maduración mental. Creo que el argumento tiene fundamento, no puede ser menospreciado y no debe ser demonizado, pero también creo que los objetivos de la educación son múltiples y que uno de los más importantes es acabar con la persistente y ubicua desigualdad de género. Con la segregación tal vez se ganara en algún terreno, como dicen sus defensores, pero se perdería en otro que no mencionan: el avance hacia la igualdad a través de una experiencia de igualdad (de trato igual) y de convivencia. Creo que la mayor contribución a la igualdad social entre los sexos ha venido precisamente de la escuela, gracias a la coeducación, y que todavía puede y debe aportar mucho más.


¿Es éste un debate superado en otros países o por el contrario está abierto?

Ni está superado ni es nuevo. Curiosamente, la segregación fue propuesta hace mucho por algunas autoras y organizaciones feministas. Los argumentos eran que las chicas son hostigadas de forma sistemática por los chicos cuando comparten aulas y que solas obtienen mejores rendimientos. Lo primero era y es verdad, pero justamente ahí están la posibilidad y la necesidad de aprender a convivir. Lo segundo era un espejismo debido al hecho de que se observaban unos pocos internados femeninos de élite. No obstante, creo que subirían las notas de los chicos y bajarían las de las chicas, pero no porque cambiaran sus niveles de competencia ni de conocimiento sino por un simple efecto de composición, porque los profesores seguirían suspendiendo al treinta por ciento, o la cifra considerada "normal", pero  de forma separada por sexos. El debate sigue y seguirá abierto, y se reabrirá cada vez que en algún país importante las chicas alcancen y superen a los chicos. Siempre se abre o reabre en nombre de los presuntos perjudicados (o perjudicadas)

[Déjame añadir otra cosa:]

No obstante, es un hecho patente que la ventaja que las chicas sacan a los chicos en calificaciones y titulaciones, promoción y no repetición, etc., van más allá de las ventajas registradas en los niveles de competencias o de conocimientos medidos por pruebas estandarizadas, de manera que algo hay que está penalizando a los chicos y tendríamos que averiguar qué es. Puede ser el tipo de pedagogía, el énfasis académico, la experiencia de la escolaridad, la feminización de la docencia, el alejamiento del trabajo... Lo cierto es que, en el ámbito de la educación, la brecha de género, en vez de desaparecer, se ha invertido, pero eso no la hace más aceptable.

1 comentario:

  1. Anónimo19:41

    Espero que el autor del cuaderno apoye la prohibición, incluso con dinero privado, de este tipo de educación para no ser incoherente. Seríamos el único país del mundo en hacerlo, o casi, pero esto de la educación es para valientes que no se rinden ni ante la evidencia. Digo que debería el autor defender la prohibición total de esta enseñanza porque si no estaría defendiendo que los que no tienen recursos para pagar la educación dos veces, además de pobres (o quizás por eso), son tontos que necesitan ser tutelados en las decisiónes sobre la educación de sus hijos. No habría otra forma de entender que lo permitido para algunos -los ricos- fuese prohibido para los otros -los pobres-.
    Salud
    David

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